AFPVisual N9

142 AFP Visual Todos contra el fuego “Todos contra el fuego”. Ya lo decía Joan Manuel Serrat en aquella famosa campaña de los años 80 y es que los incendios forestales son uno de los mayores problemas que se presentan hoy en día para los bosques. En ellos, no sólo hay que tener en cuenta los efectos inmediatos producidos por el fuego – destrucción de plantas, animales, construcciones e incluso personas-, sino que sus consecuencias a medio y largo plazo son igualmente destructivas. Así los humos alteran las condiciones de insolación y dificultan el intercambio gaseoso de los seres vivos supervivientes a las llamas; las cenizas llegarán a los cursos de agua lo que complicaría la vida de los ecosistemas acuáticos; el suelo, al verse desprovisto de vegetación quedará, además de empobrecido, más expuesto a la erosión por lo que en estas condiciones la instalación de una nueva cubierta vegetal será muy difícil. Para hacerse una idea de la magnitud de este problema, basta consultar los datos que el Ministerio de medio ambiente, rural y marino de España elabora anualmente en materia de incendios forestales. La extinción de los incendios es muy costosa, complicada y peligrosa por lo que la mejor opción para su gestión siempre será la prevención. En esta línea, la realización de cortafuegos, la limpieza de restos de actividades silvícolas o el establecimiento de normativa adecuada a cada zona, intentarán evitar la existencia de incendios o minimizar su impacto en caso de que se produzcan. Igual de importantes son las labores de sensibilización de la población tratando de realzar la importancia del bosque como sustentador de vida y fuente de recursos ya que históricamente, aquellas comarcas con mayor tradición de gestión forestal sostenible son las que menor incidencia de incendios han tenido. Estas actividades cobran mayor valor al comprobarse que más del 90% de los incendios están originados directa o indirectamente por el hombre. Si lamentablemente no se ha podido evitar el incendio, será necesaria la intervención de los medios de extinción que, por tierra e incluso aire, intentarán frenar el avance del fuego para minimizar los daños que se puedan producir. Para la organización de estas labores, la cadena de trabajo no puede fallar, comenzando por el personal de escucha de incendios que divisa los humos en las torres de vigilancia, los emisorcitas que coordinan los distintos equipos de trabajo y terminando por las cuadrillas que a pie o helitransportadas llegan hasta las zonas afectadas para intentar sofocar las llamas. Fotografies i textos de: Luis García Martín Soci Agrupació Fotogràfica Prat REPORTATGE

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