AFPVisual N10

18 AFP Visual Almendras: un fruto seco lleno de propiedades y beneficios La almendra es el fruto del almendro. Posee una película de color canela que la envuelve además de una cáscara exterior que no es comestible, que representa un peso importante de la almendra, y una piel verde que se va secando. Por ello la parte comestible de éste se reduce al 40 % es decir solo la semilla. Las almendras son uno de los frutos secos más nutritivos del planeta, tienen un sabor delicado y dulzón, y contienen infinidad de propiedades beneficiosas para nuestro organismo. Entre sus bondades destaca que ayudan a fortalecer los huesos, el cabello, la piel y son buenas para el corazón, por ello la Federación española del corazón recomienda su consumo. Son ricas en fibras, proteínas, vitaminas B y E, grasas saludables, hierro, calcio, fósforo… Merendar almendras o tomarlas a media mañana puede ayudar a mantener unos niveles saludables de colesterol; además, contienen más fibra que cualquier otro fruto seco. Son aptas para todos porque al contener un bajo índice glucémico son indicadas para personas con diabetes. A primeros de enero se empiezan a ver los almendros en flor. Es una flor blanca o rojiza dependiendo del tipo de almendra. Si las heladas no son muy fuertes la almendra irá creciendo y tomando cuerpo. Por el mes de agosto ya se empieza a recoger. Os cuento cómo lo hago yo al estilo de mi pueblo. Te levantas tempranito para desayunar y coger energías. Preparas sacos, toldos, varas, espuertas y una botella de agua. Coges el coche y llegas al campo. Extiendes los toldos por las proximidades del almendro. Coges la vara y avareas todas las almendras que puedas. Recoges el toldo y vas llenando espuertas. Con ellas vas llenando los sacos. Regresas a casa y las extiendes en una mesa para descascarar. Después las extiendes en la terraza para que el sol las seque. Se guardarán en sacos hasta que se vendan. Cuando están descascaradas se pueden partir para aprovechar la pipa. Las cáscaras duras se guardan para combustible de la estufa. Las almendras se escaldan, se dejan secar y se fríen. Se les echa un poco de sal y están buenísimas. Fotografies i textos de: Luis García Martín Soci Agrupació Fotogràfica Prat REPORTATGE

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