AFPVisual N18

98 AFPVisual La torre de mi pueblo Sorvilán ha sido tradicionalmente un núcleo urbano protegido de los frecuentes ataques de la piratería que en siglos pasados asolaban la zona costera mediterránea de la Alpujarra. En época nazarí debió pertenecer a la taha del Gran Cehel, cuya cabeza era Almegíjar. Tras la caída del reino musulmán de Granada, el rey Boabdil, en las capitulaciones de su rendición (02/01/1492), recibió de los Reyes Católicos una gran parte de la comarca alpujarreña, en la que se incluían estas tierras que, cuando Boabdil se retiró al norte de África, pasarían nuevamente a la Corona de Castilla. La historia de Sorvilán se inicia posiblemente durante los siglos X o XI, cuando ya existiera como alquería (grupos de casas habitadas). En el siglo XIV se construyó la torre fortificada de Melicena por los nazaríes, sobre otra anterior. En esta misma época los bereberes fundaron Alfornón, al norte del municipio. La rendición de los moriscos sublevados en la Alpujarra el 8 de marzo de 1500 desembocó en el creación del señorío de Torvizcón por parte de la Corona de Castilla. A él perteneció Sorvilán hasta bien entrado el siglo XIX. En 1571 comenzó la repoblación de la zona con 2423 familias procedentes de León, Galicia, Asturias y Castilla. A finales del siglo XVII el señorío pasó por vía de enlace matrimonial al conde de Cifuentes, Fernando Silva y Zapata-Portocarrero. En esa época se inicia una fase de esplendor. Conforme avanza el siglo, la zona se fue estabilizando y la colonización y roturación de nuevas tierras creció a gran ritmo lo que se tradujo en un aumento de la población. En el siglo XIX la población del municipio se vio reducida a la mitad al emanciparse Polopos junto con sus futuros anejos: Portuguillos, Haza del Trigo, La Mamola o Torre del Cautor. La zona permaneció estable tanto económica como socialmente hasta fin de siglo, cuando la llegada de la filoxera acabó con el cultivo de la vid. Los habitantes de la zona se convirtieron en propietarios de algunas tierras que hasta este momento habían pertenecido al señorío. Fotografies i textos de: Luis García Martín Soci Agrupació Fotogràfica Prat REPORTATGE

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