76 AFPVisual Crónica de un incendio anunciado El pasado mes de marzo, en Villanueva de Viver, un pueblo en la frontera entre Teruel y Castellón, se desencadenó un incendio forestal debido a un fallo de coordinación entre los servicios de emergencias y de las brigadas de limpieza forestal. Se inició el 23 de marzo, quemó 4.700 hectáreas durante 20 días hasta que lo controlaron. Afectó y provocó el desalojo de diferentes pueblos de la comarca. Esta área está limítrofe al Parque Natural de la Sierra de Espadán. La suerte quiso que en un barranco clave del término municipal de Montán el incendio se estancara, de no ser así, el objetivo de los bomberos, que era proteger el Parque Nacional de la Sierra de Espadán, habría sido imposible de conseguirlo. Este pueblo de la foto es Montán. Como podéis observar es una zona montañosa de fuertes pendientes con barrancos profundos, y muy frondosa, con bosques formados básicamente por vegetación de ribera, pinos, robles, almendros y olivos. Es un paraje precioso con una gran riqueza de flora y fauna, que sólo tiene un hándicap: casi la totalidad del bosque es de titularidad privada y, por tanto la gestión del terreno recae en las personas que no trabajan ni sacan rédito de estos terrenos. Décadas atrás dónde la madera era esencial para cocinar y calentar los hogares el bosque se mantenía limpio, pero con las nuevas energías y el abandono de la agricultura el terreno se ha ido dejando. Actualmente hay una gran cantidad de combustible para el fuego, concentrándose la gran mayoría en las bases de los árboles, que favorece alcanzar grandes temperaturas y carbonizando el árbol hasta la raíz, desde el suelo hasta la copa, eliminando así los grandes árboles del bosque y permitiendo el crecimiento de nuevo de los arbustos, de modo que el bosque tarda unos 15 o 20 años en regenerarse, y nunca lo hace igual que estaba. Fotografies i textos de: Àlex Aransay Soci Agrupació Fotogràfica Prat REPORTATGE
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